Bambú: la solución de empaquetado ecológica de la naturaleza

Es renovable, local y biodegradable

El papel y el plástico pueden ser las opciones de empaquetado más comunes, pero no son las únicas. En Dell, hemos sido pioneros en el uso de bambú para proteger ciertos dispositivos. Este gran integrante de la familia del pasto que se encuentra en todas partes, desde la comida a los suelos, también es una solución de empaquetado sostenible. Lo usamos para acolchar algunos de nuestros productos más livianos.


Desafío: Encontrar una alternativa ecológica a los materiales derivados del petróleo para proteger los productos.	Solución: Usar un material rápidamente renovable para crear bandejas para modelos seleccionados.	Beneficios: Crece a casi una pulgada por hora y es fácil de reciclar.

¿Por qué usar bambú?

El empaquetado de bambú ayuda a reducir los impactos ambientales y promueve un planeta más saludable. Estas son algunas razones por las que puede sentirse bien acerca del empaquetado de bambú de Dell:

Es local: el bambú que se usa para nuestros paquetes se cultiva cerca de las instalaciones que fabrican nuestros productos. Esto reduce nuestra huella de carbono relacionada con el empaquetado.
Crece rápido: el bambú es la planta tipo madera que crece más rápido del mundo. Puede crecer hasta 61 cm (casi 24") al día. Puede cosecharse en apenas tres a siete años, mucho más rápido que las maderas duras. Esto hace que el bambú sea altamente renovable y una gran alternativa a las espumas, cartones corrugados y la pulpa de papel moldeada.
Es fuerte y durable: al igual que el acero, el bambú puede soportar mucho estrés cuando se estira o jala, y es por eso que se usa para botes, construcción, andamiaje y otros artículos que requieren fuerza y flexibilidad. Ya que es tan resistente, sabemos que puede proteger sus equipos tecnológicos efectivamente.
Es amigable para el ambiente: el bambú ayuda a promover un suelo saludable. El sistema de raíces profundo de la planta protege contra la erosión del suelo. Cuando se cosecha correctamente, el bambú no requiere volver a plantarlo posteriormente. Además, el empaquetado de bambú es biodegradable y se puede convertir en compost después de usarlo.

El bambú que se usa para nuestros paquetes se cultiva cerca de las instalaciones que fabrican nuestros productos. Esto reduce nuestra huella de carbono relacionada con el empaquetado.

Abastecimiento responsable:

La sostenibilidad está incorporada en todos los procesos asociados con la producción del bambú. Por ejemplo, después de su cosecha, se convierte en pulpa mecánicamente en una instalación cercana. Durante este proceso, un 70% del agua se recupera y se usa en el proceso (el otro 30% se pierde en la vaporización). Nada se derrama y no se usan químicos tóxicos. Si está soleado, la pulpa se seca al sol, lo que reduce el uso de electricidad.

Mientras que la demanda de bambú ha aumentado a medida que los demás han reconocido su valor, continuamos usándola para paquetes de productos seleccionados.

Reciclaje o compost

Las credenciales ambientales de nuestro acolchado de bambú incluyen que es fácil de reciclar en la mayoría de los programas de reciclaje locales. Es más, nuestro empaquetado de bambú está certificado como convertible en compost según los Estándares internacionales ASTM por un laboratorio de pruebas independiente. Esta certificación asegura que el bambú se convertirá en compost en una tasa comparable con los materiales convertibles en compost conocidos.

Gracias a la alta calidad de la fibra y la gran voluntad de aceptar el acolchado como reciclable en los EE. UU., incluimos las fácilmente reconocibles "flechas curvas triangulares" como recordatorio a nuestros clientes de que pueden reciclar nuestros paquetes de bambú en muchas comunidades.

Tírelo en la pila de compost

Otra de sus credenciales ambientales, el empaquetado de bambú de Dell está certificado como convertible en compost según los Estándares internacionales ASTM por un laboratorio de pruebas independiente. Esta certificación asegura que el bambú se convertirá en compost de forma satisfactoria y biodegradable en una tasa comparable con los materiales convertibles en compost conocidos. También asegura que el compost resultante del proceso de degradación del empaquetado sea de buena calidad y pueda sostener el crecimiento de la planta.