Recomendaciones clave para trabajar desde cualquier lugar

Recomendaciones para trabajar desde cualquier sitio

El 4,3% de la población ocupada en España en 2018 trabajó más de la mitad de sus días laborables desde su domicilio, el 3,2% lo hizo ocasionalmente y un amplio 91,5% no lo hizo ningún día. Son  datos de la Encuesta de Población Activa del pasado año, que se mantienen en la misma línea de los últimos cinco años, en los que estos porcentajes apenas han cambiado en un punto o dos. Sin embargo, las estadísticas no dan la medida de un modelo que sí que se está popularizando y que es, en cierto modo, una forma de teletrabajo: el uso del smartphone o de otros dispositivos personales para temas de trabajo.

Es una rutina cada vez más habitual. Consultamos el correo del trabajo desde la tablet, respondemos a un mensaje de un cliente o hacemos una videollamada con el smartphone, entramos en la web corporativa en el portátil para comprobar que una tarea ha sido concluida con éxito. Cambie el aparato o la tarea y seguro que esta misma semana, si no este mismo día, ha trabajado desde fuera de la oficina. El auge de los dispositivos conectados está impulsando que la vida laboral y la vida privada se entrelacen. Un informe de la agencia de app marketing Pickaso sobre hábitos de consumo móvil en 2018 apuntaba a que un 30% de la población española que empleaba entonces el teléfono para trabajar fuera de la jornada laboral.

El cambio en las costumbres laborales, el salirse del horario y las instalaciones de oficina, no va solo. Los estudios indican que la población empleada demanda un modelo de mayor flexibilidad: es la segunda gran tendencia  en temas de trabajo, según los profesionales entrevistados para el informe Global Talent Trends 2019 de LinkedIn. Este estudio situaba en un 31% los miembros de la red social que califican de muy importante la flexibilidad a la hora de considerar cambios laborales. El porcentaje, que se corresponde a los datos de 2017, ha aumentado seis puntos desde 2013.

Pero la flexibilidad en el espacio también tiene sus contras, aunque pueda parecer que todo son ventajas (¡trabajar en pijama!, ¡parar cuando te apetezca!). Por eso, se hacen necesarias una serie de recomendaciones para trabajar desde cualquier lugar y que los efectos negativos no superen a los positivos.

  • No se aísle. Entre las grandes preocupaciones de las personas que teletrabajan, según el informe de 2019 de Buffer State of Remote Work, están la soledad y cómo influirá en la comunicación o la colaboración con otros colegas. Trabajar en un espacio de coworking, sea de forma rutinaria o esporádica, bajar a una cafetería o a una biblioteca a completar tareas y mantener herramientas de comunicación activas, como Slack, Skype y otras aplicaciones, pueden paliar este problema. Por cierto que la principal preocupación es la dificultad de desconectar del trabajo, lo que nos lleva al siguiente punto.
  • La gran ventaja de trabajar en cualquier lugar es, precisamente, que se pueda hacerlo desde cualquier lugar (y trabajar desde el sofá es una opción seductora) pero conviene tener un espacio disponible para tal efecto y un horario. Esto es: no está en la oficina, pero como si lo estuviera. Tanto por orden mental (desconectar del trabajo) como por productividad, es preferible marcarse unas pautas que ayuden a clarificar cuáles son los tiempos y lugares de trabajo y ocio y cuáles no lo son.
  • Pero tampoco sea estricto. Aproveche que no está en la oficina, realmente, y emplee los pequeños descansos en hacer cosas de casa, hablar con la familia, amigos o con quien esté en ese momento, o vaya a tomar un café. O incluso se puede llegar más lejos. Según el informe de Buffer, las opciones de teletrabajo han incrementado las oportunidades de viajar, sin necesidad de que la escapada sea estrictamente por temas laborales. Un 44% de los participantes en el estudio han combinado viajes y trabajo entre una semana y un mes al año, y un 25% lo hacen más de un mes al año. El porcentaje de los que nunca simultanean estas dos acciones es de apenas el 7%.
  • Bueno, sea estricto en su justa medida. Desde el pasado mes de diciembre, la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales reconoce que “los trabajadores y los empleados públicos tendrán derecho a la desconexión digital a fin de garantizar, fuera del tiempo de trabajo legal o convencionalmente establecido, el respeto de su tiempo de descanso, permisos y vacaciones, así como de su intimidad personal y familiar”. Así que no lo dude: si su trabajo ya está hecho y no está pendiente de algo totalmente imprescindible, apague las notificaciones del correo y las aplicaciones del trabajo o silencie los chats con jefes, clientes y compañeros.
  • Es su ordenador/smartphone/tablet/X, pero no es invulnerable. De hecho, dista mucho de serlo y sí puede convertirse, sin embargo, en puerta de entrada a posibles ciberataques en la empresa. Así que la seguridad es especialmente importante, lo que implica no solo tener un antivirus, sino mantener actualizados los recursos, ya que muchas de las nuevas versiones de aplicaciones, sistemas operativos o plataformas corrigen problemas de protección. Comunicarles a los superiores o al departamento de TI cuáles son las prácticas habituales puede también ayudar a prevenir problemas posteriores. Además de que puede beneficiar al trabajador: la adopción de herramientas de escritorio virtual desde la empresa facilita el acceso y la gestión a entornos laborales y contribuye a reforzar la seguridad.
  • ¿Trabajar desde el aeropuerto en esas horas hasta que salga el avión? Una idea estupenda… hasta que descubre que se ha dejado el cargador, o que no cuenta con el adaptador del país de turno, que no hay buena wifi o que no hay enchufes y no se lleva batería portátil. No trabajar desde el entorno de oficina significa que la propia persona debe encargarse de acciones a las que, en una empresa, no toca enfrentarse o se delegan en otros. Así que en la medida de lo posible, autogestiónese: un buen plan de datos en el móvil y un cargador portátil pueden ser grandes aliados.

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